Linares-González, E., García-Monroy, A. & Martínez-Allende, L. (2020). Estrategia Metacognitiva en el Aprendizaje Significativo Empleando los Cuentos
Ilustrados. Revista Tecnológica-Educativa Docentes 2.0, 9(2), 231-238. https://doi.org/10.37843/rted.v9i2.168
Estrategia Metacognitiva en el Aprendizaje
Significativo Empleando los Cuentos Ilustrados.
Introducción
El docente en su trabajo e interacción con
alumnos dentro del aula, pocas veces reconoce los
procesos regulatorios implicados en el aprendizaje,
existiendo un escaso conocimiento de las estrategias
metacognitivas que permitan dar seguimiento a los
procesos de aprendizaje que siguen los estudiantes
durante su formación, por consiguiente, un
desconocimiento en procedimientos y una escasa
aplicación de estrategias metacognitivas impiden en
la mayoría de los casos cumplir satisfactoriamente
con los objetivos educativos que se buscan en el
estudiante.
En el contexto educativo, la metacognición
influye en el proceso de aprendizaje del estudiante
quien tiene que ajustar sus procesos mentales para
adquirir y utilizar los conocimientos que se presentan
en el aula, este proceso se puede definir como una
actividad consciente de introspección en el alumno
en torno a cualquier aspecto cognitivo, se puede decir
que es; pensar sobre pensar (Flavell, 1979).
La metacognición se relaciona con la capacidad
de moderar el aprendizaje propio para lograr una
mayor autoeficacia, incluye procesos de
autorregulación, automonitoreo, autoevaluación y
planificación, en otras palabras, es la capacidad que
tienen las personas en planificar, seleccionar, analizar
y utilizar estrategias para una situación determinada.
Implica un análisis en la selección de información, un
control y una evaluación, ya sea para afirmarla o
modificarla de acuerdo con sus requerimientos
contextuales (Klimenko & Alvares, 2009).
El término “metacognición” es relativamente
reciente, pero tiene precedentes importantes en
figuras clásicas de psicología, como Lev Vygotsky,
William James y Jean Piaget (Fox & Riconscente,
2008). Es un acto de carácter multidimensional, de
dominio general que se puede mejorar usando
diversas estrategias instruccionales (Schraw, 1998).
Tiene un componente reflexivo que hace referencia a
lo que conoce la persona en torno a su propia
cognición, y un componente de regulación, asociado
al control del propio aprendizaje.
De acuerdo con lo que menciona Bruin (2012).,
existen algunos rasgos característicos en personas
que aprenden eficazmente, los cuales son:
conocimiento sobre las limitaciones propias, la
utilidad del ensayo y el aprendizaje distribuido, la
capacidad de tener un amplio repertorio de
estrategias y saber cómo y cuándo usarlas. El nivel de
desarrollo de algunas de estas capacidades se
encuentra asociadas con el coeficiente intelectual. Sin
embargo, un aspecto relevante es dentro de una
educación organizada, que contemple el uso de
estrategias de aprendizaje efectivas, las cuales pueden
compensar por mucho a las propias con las que
cuentan las personas más inteligentes (Schraw, 1998).
Por otro lado, los procesos metacognitivos son
de carácter interno, permiten en este caso, al
estudiante definir un problema, planificar,
monitorear, acceder a conocimiento previo haciendo
una deserción entre lo relevante e ignorando lo
irrelevante y evaluar su ejecución. Por ejemplo, como
lo mencionan Palincsar y Brown (1984)., al momento
de leer un texto, se emplean una serie de estrategias
para mejorar la comprensión, las cuales incluyen
conocer de antemano el propósito de la lectura,
apropiarse del tema, activar el conocimiento previo
relevante asociado al texto, prestarles atención a las
ideas importantes, automonitorearse y hacer
inferencias.
Un ejemplo común dentro del aula, es la
resolución de ejercicios matemáticos, en los cuales se
parte de un planteamiento a un problema,
posteriormente los alumnos tienen que realizar un
proceso de análisis, para planificar la estrategia de
solución y llevarla a la práctica, con esto asegurar una
mayor probabilidad de éxito en la solución, en
comparación en únicamente obtener una respuesta,
siendo esto, una de las características en las
metodologías de enseñanza tradicional que privilegia
un aprendizaje superficial dejando a un lado un
análisis más profundo.
De acuerdo con, lo mencionado por Muria
(1994) se debe tener una mayor sensibilización en la
relación enseñanza – aprendizaje, orientar a los
estudiantes para que tengan una adecuada disposición
a la construcción, desarrollo y afianzamiento de las
competencias, reforzando su autoconfianza a partir de
la motivación apropiada a la tarea o actividad que
realizan. En este sentido, con el empleo de estrategias
metacognitivas, se estimula de manera integral al
estudiante, porque sacan mayor provecho al
enfrentarse a problemas desconocidos, sin embargo,
es importante proveer de manera simultánea las
herramientas necesarias para que puedan resolverlos
(Downing, Kwong, Chan, Lam & Downing, 2008).
En este sentido, Rincón-Sierra (2020) para
desarrollar la metacognición efectivamente es