tienen derecho los niños y las niñas de todas las regiones del país, en todas las áreas que inte-
gran el conocimiento escolar (MEN, 2004, párr, 1).
En los estándares básicos de calidad se hace un mayor énfasis en las competencias, sin que con
ello se pretenda excluir los contenidos temáticos. No hay competencias totalmente indepen-
dientes de los contenidos temáticos de un ámbito del saber -qué, dónde y para qué del saber-,
porque cada competencia requiere conocimientos, habilidades, destrezas, comprensiones, acti-
tudes y disposiciones específicas para su desarrollo y dominio. Sin el conjunto de ellos no se
puede valorar si la persona es realmente competente en el ámbito seleccionado. La noción ac-
tual de competencia abre, por tanto, la posibilidad de que quienes aprenden encuentren el sig-
nificado en lo que aprenden.
El Ministerio de Educación Nacional de Colombia fijó 2002 como la línea de base para la
evaluación de todos los estudiantes de quinto y noveno grado, en matemáticas y lenguaje, me-
diante las Pruebas Saber. Desde entonces y hasta abril de 2003, (MEN, 2003. párr. 1) se eva-
luaron, “de manera censal, 1'040.000 estudiantes en todos los municipios de Colombia. A partir
de estas pruebas se detecta el estado de desarrollo de las competencias y capacidades, y es
posible identificar qué hacen con lo que saben” (MEN, 2003. párr. 1). Con estos resultados, las
instituciones pueden establecer Planes de Mejoramiento que buscan minimizar los aprendizajes
críticos identificados a partir del análisis de los resultados de las pruebas que se aplican en cada
año.
Es precisamente el análisis de los bajos resultados en estas pruebas el punto de referencia para
realizar esta investigación, que tiene como propósito analizar cómo incide la competencia de
la resolución de problemas matemáticos en la enseñanza del pensamiento numérico en los es-
tudiantes del 3º de la Institución Educativa de Yati.
En la institución ya mencionada, pese a que los últimos tres reportes de la prueba de estado
(Pruebas Saber) muestran avances leves en esta materia, se presentan muchos altibajos refleja-
dos principalmente en el desarrollo de competencias relacionadas con la Resolución de Proble-
mas, esta afirmación se desprende del reporte del ICFES para el grado tercero durante la
vigencia 2016, la cual revela que el 67% de las respuestas en esta competencia, fueron inco-
rrectas; este resultado global fue el promedio de los porcentajes de desacierto en los siguientes
contenidos: grados de posibilidad de ocurrencia de un evento (79%), problemas sencillos de
proporcionalidad directa (74%), análisis de datos recolectados (68%), medidas con patrones
arbitrarios (45%), problemas aditivos y rutinarios de composición y transformación (43%).
(Reporte del IFCES, 2016). Concluyendo a partir de este informe el estado de deficiencia de
los estudiantes del grado tercero. Recordemos que las Pruebas Saber se aplican en tercero y
quinto, porque corresponden a la culminación de los ciclos de los grupos de grados en que se
encuentran organizados los Estándares Básicos de Competencias de la básica primaria. En las
pruebas Saber se consideran tres grandes niveles: un nivel básico, relacionado con la capacidad
para reconocer y distinguir elementos y reglas de uso de cada área; un nivel intermedio, aso-
ciado con la capacidad de hacer inferencias y deducciones, y de utilizar un saber para dar sig-
nificado a diferentes situaciones y resolver varios tipos de problemas; y un nivel de análisis y
de crítica propositiva, en el que se relacionan distintos saberes.
A diferencia de las pruebas que hacen los maestros a los estudiantes, en las cuales se miran los
estados de progreso dentro de un proceso, las pruebas Saber muestran un gran resumen de los
resultados del ciclo. A su vez, los también llamados exámenes del Icfes, para los estudiantes