coordinación interna con respecto al entorno
externo. El compromiso de los individuos al
formar parte de las instituciones públicas jugó un
factor importante, porque de ellos dependió el
apropiamiento de un prototipo metodológico
homogéneo para solucionar problemas.
Con este fin, el desarrollo organizacional es
una tendencia de transformación por convicción,
la creación de valor público de bienes está ligada
a generar riqueza. La interacción coordinación-
cooperación en aspectos susceptibles de mejorar,
se matiza con las capacidades de compromiso de
las personas frente a los objetivos con énfasis en
desafíos de las instituciones públicas (Schwartz &
Davis, 1981). Por consiguiente, cultura
organizacional es “un patrón de creencias y
expectativas compartidas por los miembros de la
organización. Estas creencias y expectativas
producen normas que, poderosamente, forman la
conducta de los individuos y los grupos en la
organización” (Schwartz & Davis, 1981, p. 33).
En esta significancia, cultura atribuye en el
comportamiento acostumbrado de las personas de
la manera en cómo ven el mundo, por ejemplo,
códigos, lenguaje, costumbres (Wilkins, 1983).
La autodeterminación en su organización
de modernización administrativa del gobierno
municipal se da a prioridades de transitar hacia un
modelo de gestión pública orientada a los
resultados. Por consecuencia, se enfatiza en la
cultura organizacional como factor de hacer
diferencia a las empresas sostenibles, debido al
grado de complejidad, singularidad y el silencio
que se maneja (Azevedo, 2007 citado en Leite,
2009). Además significó ejecutar un prototipo de
modernización en suplantar formas provisionales
de aplicación en las administraciones públicas
locales. Por esta razón es un reto organizacional
de las instituciones, donde intervienen más de dos
dependencias cuyas funciones son integradas para
un mismo fin (Wilkins & Ouchi, 1983). El
desarrollo de procesos de planificación
organizacionales se adaptaron como un arquetipo
para responder a los efectos de una interacción
permanente entre su sistema integral interno. Sin
embargo, expresan algunos “la cultura es difícil
de cambiar” (Cujar et ál., 2013, p. 351).
En el contexto interior de las
organizaciones se ponderan procesos
interdependientes al utilizar recursos diversos, el
cumplimiento de objetivos y el seguimiento de
gestión en resultados. Otra variable independiente
es generar valor como factor para calificar el
grado de eficiencia en las administraciones
locales ligados a materializar riqueza colectiva.
Profundizar la eficacia en los gobiernos locales a
través de su capital humano, tecnología,
estratégicas, acciones, métricas, procesos son
componentes determinantes del éxito
organizacional (Gibson, 1997). En la fase de
innovación, las instituciones se enfrentan a
contextos organizacionales, que puede sufrir
cambios espontáneos, ya sean intencionados por
la alta dirección o por causas de subculturas con
intención de ayudar a reforzar su cultura principal
(Martín & Siehl, 1983).
En este ámbito, los avances tecnológicos
son poderosos medios de innovación, si no se
aplican correctamente, corren el riesgo de
vulnerar su eficacia organizacional en un plazo
precipitado, en consecuencia, ponen en
desventura de supervivencia de las
organizaciones. Generalmente las instituciones
públicas se desenvuelven en entornos cambiantes;
los directivos necesitan utilizar instrumentos para
verificar, controlar el desempeño de las mismas
(Niven, 2003). Otro rasgo es la inspección
tradicional, se adaptó equivoco a un medio así,
porque los datos producidos están desfasados e
imprecisos para considerarlos en las decisiones.
Existen elementos de análisis entre los
investigadores para puntualizar cultura
organizacional, como un conjunto de los
significados compartidos, creencias,
entendimientos inherentes a un colectivo
(Barney, 1986; Denison, 1996; Hofstede et al.,
1990; Martin & Siehl, 1983; Martin, 2002;
O’Reilly et al., 1991; Shein, 1983 & Wilking,
1987).
El Control de Gestión satisface las
necesidades de las instituciones, capaces de
coordinar las funciones organizacionales, no
limitándose sólo a las operativas. Se destacan
significancias al capital humano en el proceso de
control, transformándose en una herramienta
fundamental para administrar la misma (Niven,
2003). Los componentes observados permiten
impulsar acciones comunitarias locales de alto
impacto, previendo los recursos suficientes para
el desarrollo en equilibrio y racionalidad
presupuestal. Producen efectos para fortificar las
haciendas públicas, generando condiciones para