que pongan en diálogos estas diferentes posiciones logrando que los alumnos construyan un
concepto y/o tomen postura frente a lo planteado por los expertos.
Este programa ha permitido determinar algunas características propias de los trabajadores del
conocimiento que participamos del programa cursos de contexto; entre otras es muy importante
destacar el manejo y motivación de grupos heterogéneos, estudiantes de los diferentes
programas de la Universidad y de diferentes semestres académicos (ingenieros, ciencias
económicas y contables, humanidades y artes) capacidad para promover la interdisciplinaridad;
para lo cual se requiere el desarrollo de estrategias didácticas y lúdicas para fomentar el trabajo
en equipo, capacidad de buscar estrategias frente a como motivar y compartir el conocimiento
ya que para algunos o muchos de ellos no tienen que ver con su disciplina, ejemplo, para
algunos estudiantes los tema de tecnología, robótica o Inteligencia artificial son solo para
ingenieros, así como los tema de sociopolítica, literatura o artes son solo para los estudiantes
de ciencias sociales, para lo cual, talleres lúdicos, cine foros, video conferencias, conferencias
magistrales, visitas guiadas, etc., son una base fundamental en el cumplimiento de dicho
propósito; es aquí en donde insisto en la importancia de dar valor científico a lo que entendemos
como didáctica en el marco de un proyecto pedagógico, ya que no solo se trata de trasmitir
información, tampoco que una persona se muestre como investigadora o poseedora del
conocimiento ( o sea un simple enseñante), se trata de que estas experiencias o mejor vivencias
académicas sirvan como modelo para despertar en los estudiantes el gusto por la
interdisciplinaridad, el trabajo en equipo y lo fundamental entenderse como ser social en un
mundo donde la ciencia y el conocimiento se ha atomizado pero requiere un conjunto de
expertos para la solución a los múltiples problemas que enfrenta la sociedad.
Los Cursos de Contexto han pasado por diferentes estrategias, desde las clases magistrales,
conferencias de expertos, visitas guiadas, laboratorios de clase, seminarios, lo que ha
posibilitado a los trabajadores del conocimiento estar en una constante búsqueda de cómo
preparar cada sesión de clase, la preparación de material audiovisual, la elaboración de talleres
lúdicos, la selección de lecturas, la elaboración de talleres, la planeación de recorridos de
observación, y la elaboración de la pregunta orientadora han sido experiencias que lo único que
pretenden es hacer viva la labor docente, hacerla diferente, en donde se evidencia la capacidad
del trabajador del conocimiento para que estas experiencias sean efectivas o por lo menos
gratas para los estudiantes, algo fundamental es hacer del estudiante el centro de la formación,
es dar lugar para que los alumnos se expresen, construyan y se sientan autores de su propio
formación, es dar lugar a que un estudiante de artes defina desde su posición conceptos de
ingeniería, es dar lugar a que los estudiantes de ciencias naturales reconozcan que no podemos
dejar de lado las ciencias sociales, es dar lugar a que nos entendamos como seres sociales
responsables del cambio social, consientes de nuestras realidades, y de las transformaciones
del mundo y los más importante reconocer nuestras deficiencias e identificar nuestra realidad.
A pasar de las buenas experiencias e intenciones de estos cursos, el trabajo que se realiza
haciendo uso de las herramientas que nos proporciona la web es mínima, se reduce al uso de
video Beam, para mostrar una presentación de PowerPoint, un video o una película de
YouTube, esto debido a que desafortunadamente en pleno siglo XXI el uso de la tecnología
aun produce terror en algunos trabajadores del conocimiento, ya que muchos tienen la
equivocada idea que éstas desplazaran al docentes del mundo laboral (no las entendemos como
una herramienta útil y fundamental en la labor docente que los obliga a estar actualizándose
permanentemente) también se siente miedo a enfrentar estudiantes que los consideran magos