Introducción
En los ambientes de aprendizaje de las
instituciones educativas se están generando
transformaciones para ofrecer un aprendizaje
más flexible, útil, con una aplicación práctica.
En el proceso de enseñanza-aprendizaje debe
existir un involucramiento activo del
estudiante, una estrategia para lograrlo puede
ser el aprendizaje personalizado, el cual busca
un ajuste más granular de los cursos hacia
necesidades individuales de los estudiantes.
El aprendizaje personalizado es “…una
práctica general de enseñanza y aprendizaje
que busca ajustar más finamente la
experiencia del curso a las necesidades
individuales de los estudiantes” (Brown et al.,
2020, p. 14). Por su parte Adragna (2019) lo
define como una variedad de programas de
instrucción, experiencias de aprendizaje,
enfoques didácticos, estrategias de apoyo
destinadas a abordar necesidades, intereses
además de aspiraciones de aprendizaje únicas
e individuales de los estudiantes.
Este tipo de aprendizaje considera
diferentes acercamientos, los modelos como
el aprendizaje basado en competencias, una
instrucción diferenciada, los modelos
tutoriales, el aprendizaje adaptativo, así como
los diagnósticos para determinar fortalezas,
debilidades de aprendizaje de los estudiantes
y adaptar el proceso educativo lo más posible
a una solución a medida (ITESM, 2014). En
OIE-Unesco (2017), se destaca que para
aprender algo primero se debe comprender su
pertinencia y cómo aplicarse en lo personal,
esto deriva en que la educación debe ser
personal. Además, tener una aplicación
práctica con el fin de ser útil en el futuro, por
ello se requiere un papel más activo del
estudiante en el proceso de aprendizaje. Se
hace énfasis en la labor de los educadores para
poner en marcha estrategias adecuadas que le
permitan a los estudiantes no solo asimilar el
aprendizaje, sino además interesarse por la
educación que reciben, reconociendo su valor.
Se valora el aprendizaje personalizado
como un fundamento de asignar un papel más
protagónico a los estudiantes en el proceso de
enseñanza, con el fin de que dicho proceso lo
incorporen de manera permanente en sus
vidas. Esta práctica educativa se está
implementado en el contexto de educación
superior en los países más desarrollados. De
acuerdo con investigaciones realizadas ha
impactado de manera positiva en el
rendimiento académico de los estudiantes,
contribuyendo en una mejora de calidad
educativa (Brown et al., 2020). Como
mencionan Lerís-López et al. (2015), adecuar
el proceso formativo a características del
estudiante (fortalezas, debilidades), es uno de
los retos más importantes a afrontar en el
ámbito educativo, sin embargo, a pesar de
diferentes acciones realizadas al respecto, hoy
en día todavía se señala el deficiente apoyo
tecnológico de escasas prácticas de
personalización del aprendizaje.
Es por ello, que surge la propuesta de
hacer uso del aprendizaje personalizado
mediante un Sistema Adaptativo, con el fin de
identificar su impacto en la mejora en el
rendimiento académico de los estudiantes en
computación de una institución educativa de
nivel superior, ellos hoy se ven inmersos en
un modelo predominantemente presencial,
donde prevalece el fenómeno de un rol
pasivo. Para ello, se hace necesario
diagnosticar el comportamiento en el
rendimiento académico inicial, así como final
de los estudiantes; implementar un sistema
adaptativo de aprendizaje el cual apoye
actividades del curso; describir mediante un
análisis comparativo el grado de correlación
del aprendizaje personalizado con el
rendimiento académico, para así generar una
guía de referencia de buenas prácticas para
otros programas académicos en el nivel
superior.
Metodología
Para el estudio se contempla un enfoque
cuantitativo de tipo experimental, basado en
el paradigma positivista, este paradigma “se
califica de cuantitativo, empírico-analítico,
racionalista, sistemático gerencial además de
científico tecnológico” (Ramos, 2015, p. 10).
Este paradigma esta sustentado bajo
investigaciones cuyo objeto radica en