Introducción
La educación superior ha optado por ofertar
cursos tanto en modalidad presencial, así como en
modalidad virtual para brindar un panorama amplio
en el ámbito educativo. Desde que la educación se
enfoca en el estudiante tomándolo como la persona
que aprende y adquiere conocimiento, inicia un
proceso de investigación más allá de las estrategias
que pueden utilizar los profesores, en donde se
analizan tácticas de aprendizaje de estudiantes
(Aparicio & Abadía, 2019; Ostos & Cortés). La
enseñanza y aprendizaje son procesos que trabajan
en conjunto, donde las estrategias de instrucción
inciden en los aprendizajes (León, Risco &
Alarcón, 2004). Actualmente se conservan técnicas
y estrategias tradicionales que buscan innovación y
transformación en planes de estudio, evitando que
los estudiantes pierdan interés por aprender y el
profesor por educar (Forbes, 2017).
Los profesores deben comprender que los
estudiantes piensan de forma distinta, por lo que sus
capacidades, conocimiento y estilos de aprendizaje
los hacen únicos (Aldahdouh, Nokelainem &
Korhomen 2020). Los estilos pueden ser
desarrollados por el estilo de vida, conducta social
o incluso a través de estrategias metodológicas que
el profesor implementa para enseñar a los
estudiantes (Barroso, Gutiérrez, Llorente & Ortiz,
2019). García & Seoane (2015) enfatizan que el
término e-learning se ha sumergido dentro del
ámbito educativo desde hace muchos años atrás,
precisamente por su evolución a través de la
tecnología. Dicho término se ha convertido parte
del vocabulario por expertos en tecnologías de
información (Flores & Del Arco, 2012). Marcelo,
Ballesteros & Palazón (2002) definen el e-learning
como el desarrollo de contenido a través de
cualquier medio electrónico, pudiendo observar
cierta tendencia tecno céntrica.
El autor Boneu (2007) lo define desde una
noción pedagógica donde el e-learning debe
contener un diseño instruccional, pedagógico,
tecnológico, de interfaz, evaluación, gerencia,
soporte y ética de uso. En este sentido, Area &
Adell (2009) resaltan la implementación del e-
learning dentro del aula o entorno virtual para
generar interacción entre el profesor y estudiante a
través de actividades aprendizaje que se generan a
partir de materiales. Lo anterior, está ligado a lo que
menciona Cavazos & Torres (2016), ya que llevó a
cambiar la propia naturaleza de la red, porque los
estudiantes y profesores se convirtieron en los
nodos computacionales que generan conocimiento.
Tiempo después se introduce la computación en la
nube y desarrollo de software de acceso libre,
siendo una característica principal de la quinta
generación, llevando así la creación de los Massive
Online Open Courses (MOOC), los cuales se
consideran dentro de la sexta generación (Gómez-
Galán, 2017).
Por consiguiente, se ha podido lograr un
cambio en el ámbito educativo con el uso de las
Tecnologías de Información y Comunicación
(TIC), bien lo describe Pinto, Gómez, Fernández &
Doucet (2017) que la evolución de las herramientas
tecnológicas ha dotado a la educación de espacios,
recursos y funcionalidades con el propósito de
mejorar la educación virtual. El siguiente trabajo
presenta tuvo como objetivo, por un lado, resaltar
la importancia de integrar un plan de asesoría a
través de interacción y comunicación entre el
profesor y estudiante en un curso e-learning y, por
otro lado, detectar la problemática que existe con el
ejercicio de comunicación e interacción a través de
los cursos virtuales.
Metodología
La presente investigacion se enmarco bajo el
método descriptivo que de acuerdo con los autore
Tamayo y Tamayo “comprende la descripción,
registro, análisis e interpretación de la naturaleza
actual, y la composición o proceso de los
fenómenos. El enfoque se hace sobre conclusiones
dominantes o sobre grupo de personas, grupo o
cosas, se conduce o funciona en presente” (1999,
p.35). Sustenta la presente bajo el paradigma
positivista que es definido por los siguientes
autores Ferreres & Gonzales “el positivismo
mantiene que todo conocimiento científico se basa
sobre la experiencia de los sentidos sólo puede
avanzarse mediante la observación y el
experimento, asociados al método científico”
(2006, p.117).
El estudio se planteó con un enfoque
cuantitativo de Fernández, Baptista, & Hernández
(2014). Se optó por este enfoque por ser ordenado,
claro y exacto para generar, clarificar el
conocimiento y de esta forma cumplir con la
hipótesis planteada la cual es que la aplicación de
una correcta comunicación entre el profesor y el