Introducción
En los últimos años, el comercio electrónico o
e-commerce ha generado un creciente interés en
nuestra sociedad. Este método de comercialización
se vio altamente influenciado por la pandemia por
COVID-19, y adquirió mayor relevancia
especialmente en la generación Z. Las transacciones
de compraventa en línea han adquirido mayor
relevancia desde el inicio de la pandemia por
COVID-19 (Rybaczewska & Sparks, 2021) debido
al aislamiento social, el cual obligó a las personas a
concretar muchas de sus compras por medios
electrónicos (Noer et al., 2022). Además, las
compras en línea representan soluciones que
facilitan la vida tan ocupada del mundo de hoy y
tienen importantes ventajas. Por ejemplo, ahorran
tiempo, combustible y están disponibles todo el día
(Rahman et al., 2018).
Por otra parte, los estudiantes universitarios
de hoy, de la generación Z son una población con
más confianza y conocimiento de la tecnología en
las compras en línea (Kowalczuk, 2018). Por ello,
conocer las percepciones de los estudiantes
universitarios sobre las compras en línea es un
objetivo actual que requiere de un instrumento
válido para recabar datos. Por otra parte, el
comportamiento del consumidor en línea ha sido
cada vez más estudiado en los últimos años debido
a la influencia que tienen en él los factores externos
y personales, así como las características de los
productos, servicios, medios y vendedores
(Kowalczuk, 2018).
Los diferentes modelos de comercio
electrónico permiten a los consumidores comprar en
línea desde sus equipos de cómputo o dispositivos
personales. La popularización del Internet ha
contribuido al crecimiento de estas transacciones
(Dias et al., 2022). En este sentido, hay varios
factores relevantes alrededor de las compras en línea
que son susceptibles de estudiarse. Por ejemplo, la
entrega, el envío de los productos (Cao et al., 2018;
Dias et al., 2022), las garantías de los productos
adquiridos en línea (Chai et al., 2021), la cantidad y
los descuentos (Estelami, 2018), las calificaciones o
evaluaciones a los productos, servicios (Ghouri et
al., 2021) así como la intención de compra (Ha et
al., 2021).
La presente investigación tuvo la siguiente
pregunta orientadora ¿Cómo conducir la validación
de contenido por expertos a un cuestionario para
medir las percepciones de los estudiantes
universitarios sobre las compras en línea?
Asimismo, tuvo el objetivo de exponer el proceso de
validación de contenido por expertos a un
cuestionario para medir las percepciones de los
estudiantes universitarios sobre las compras en
línea.
Metodología
Con la intención de responder la pregunta de
investigación y alcanzar el objetivo planteado se
realizó una investigación enmarcada en el enfoque
cuantitativo, el cual, de acuerdo con Hernández-
Sampieri et al. (2016) está vinculado a conteos
numéricos y métodos matemáticos. Además,
implica un conjunto de procesos organizados
secuencialmente. Se utilizó el método deductivo
para la validación de contenido, en donde se asegura
que las dimensiones e ítems de un cuestionario son
pertinentes (Medina-Parra, 2020).
El diseño fue no experimental, ya que no se
aplicaron estímulos o tratamientos (Hernández-
Sampieri et al., 2016) y de tipo exploratorio, en donde
se pueden examinar temas poco estudiados en algunos
contextos (Hernández-Sampieri et al., 2016). El corte
del estudio fue transversal, esto quiere decir que se
realizó en un solo momento (Hernández-Sampieri et
al., 2016).
Si bien la población objetivo del cuestionario
son los estudiantes universitarios, para esta
investigación no se trabajó con ellos. Por el
contrario, participaron cinco especialistas en
comercio electrónico, quienes fueron seleccionados
por sus destacados méritos en este campo del
conocimiento. Los cinco participantes se
encargaron de emitir calificaciones y sugerencias a
cada componente del cuestionario.
Se utilizó la técnica descrita por Medina-Parra
(2020), Cabero-Almenara & Barroso-Osuna (2013)
y Cabero-Almenara et al. (2020). Esta técnica
consiste en el cálculo del índice K con el objetivo de
elegir expertos, el uso del criterio de Lawshe y
Tristán para seleccionar preguntas y el uso del
coeficiente de validez, correspondiente al
cuestionario completo. Lawshe-Tristán, el cual
utiliza un panel de especialistas evaluadores de las
preguntas de un cuestionario (Tristán-López, 2008).
Además, estuvo encaminado a la construcción de un
instrumento de medición a partir de cero (Cabero-
Almenara & Barroso-Osuna, 2013).