Para Avellaneda-Callirgos et al., (2022)
sostienen que “en los estudios transversales se
pueden correlacionar y encontrar asociaciones
entre posibles causas y efectos. Aquí se puede
apreciar en qué medida los cambios sufridos por
una variable pueden determinar o influir en otras”
(p. 121). El arquetipo socio crítico en términos de
Habermas (1998), tiene la implicación práctica de
pensar la transformación social de las condiciones
de vida de la sociedad. Sobre el particular
Koselleck & Gadamer (1997) aluden que la
hermenéutica como método de interpretación
busca conocimiento nuevo. Por el hecho de vivir
una cultura, un lenguaje, una educación, vivimos
una tradición cultural de creencias, situaciones que
permitieron explicar razonamientos. En este
sentido Dewey (2022) expresa: “toda
investigación se enmarca en un mundo de
relaciones sociales, por tanto, debe elaborar sus
materiales fácticos y conceptuales en mutua
correspondencia” (p. 52).
En este contexto, en la ejecución del trabajo
investigativo se valoraron procesos en la
departamentalización organizativa de la Comisión
de Derechos Humanos del Estado de México
(Codhem). Específicamente en los instrumentos de
recolección de datos, el Consejo Nacional de
Evaluación de la Política Social (Coneval)
establecen diversos modelos para interpretar
valoraciones. Lo cual significa diseñar los
términos de referencia y considerar entrevistas
estructuradas, se utilizaron enfoques de
combinación del análisis cualitativo cuantitativo.
Por esta razón la evaluación se inserta en el marco
de democratizar políticas públicas, en la medida
que se produce información relevante de enfoque
multidimensional (Coneval, 2021). Implica
aspectos como la cultura organizacional, los
valores, la misión, visión, los recursos,
competencias y la historia corporativa de su
entorno.
La diversidad cobra relevancia debido a los
movimientos migratorios poblacionales, al
engendrar condiciones heterogéneas del entorno
geográfico con respecto a los servicios públicos.
Particularmente el Estado soberano de México en
su registro poblacional, identifica una diversidad
cultural. Lo cual significa que estas condiciones
representan potencial para generar estudios de
divulgación sobre la protección de los derechos
humanos. Con base al censo de población y
vivienda de 2020 es de 16,992,418 habitantes
(INEGI, 2020). En este sentido, denota considerar
el reconocimiento a la diversidad cultural como
una de las prioridades en el contexto internacional
que ha difundido la Unesco (Guzmán-Martínez,
2018). La cual concreta como “la multiplicidad de
formas en que se expresan las culturas de los
grupos y las sociedades que, al manifestarse,
trasmiten el patrimonio a la humanidad” de
acuerdo con la Unesco (Guzmán-Martínez, 2018).
La gestión que induce a las garantías de los
derechos fundamentales, desde el establecimiento
de normas, tiene por objetivo de acuerdo con la
Codhem (2021) “contribuir a garantizar el pleno
respeto de los derechos humanos mediante la
realización de actividades de investigación,
docencia, capacitación, promoción, divulgación,
protección y defensa de los derechos humanos” (p.
30), hasta la realización efectiva depende en
medida, de disponer instrumentos apropiados para
la formulación e instrumentación de políticas con
enfoque a los derechos humanos. Por esta razón las
métricas de impacto miden las acciones de la
instancia de Derechos Humanos como garante del
estado de derecho (Codhem, 2021). Asimismo, se
triangularon los hallazgos para comprobar
procesos investigativos, permitieron valorar los
atributos en materia de diseño, gestión y resultados
en la ejecución de proyectos.
Posteriormente se analizaron los procesos de
operación del sistema del programa Derechos
Humanos del Estado de México. El prototipo
integral con sus componentes se encuentra
regulados por un bagaje legal, con el objeto de que
la información generada por los proyectos
evidencie pluralismo cultural en la sociedad. Al
respecto se considera una sociedad abierta y
pluralista, basada en la tolerancia y el valor de la
diversidad, porque el multiculturalismo no
persigue una integración diferenciada, sino una
desintegración multiétnica (Sartori, 2000). Ello
significa que las políticas públicas sean
integradoras desde la perspectiva social, el cual
está conformada por una diversidad. Para ello, los
informes se disponen para la valorar el
seguimiento de acciones y metas. Lo anterior con
la finalidad de sustentar los procesos para proceder
a la autoevaluación de ejecución de políticas a
través de métricas del desempeño como se observa
en la Figura 1.