sensoperceptuales y motrices, donde se valen de lo
que les rodea y su propio organismo, construyendo
un ida y vuelta hacia el mundo motor o sensorial,
integrándose de esa forma a la realidad. En tal
sentido el adiestramiento en la infancia se da
mediante el juego, en el aspecto fisiológico y físico.
La práctica del deporte se da desde los primeros años
de vida, presentándose en forma de juegos, llevados
a la práctica por los niños en acciones de imitación a
escenas reales o situaciones creadas por su
imaginación. Se entiende entonces como esencia el
carácter lúdico, lo cual demanda conferirle mayor
importancia en este aspecto, para no perder el interés
hacia ello.
Es necesario, estimular a los niños hacia las
interacciones mediante juegos asociativos y
cooperativos. De las palabras de León et al. (2019)
se entiende que una educación física orientada a la
calidad es capaz de ofertar vivencias motrices
genuinas, de mucho valor y trascendentes a la vida
de toda persona. Resalta la necesidad de procesos de
enseñanza y aprendizaje progresivos y significativos,
con clara orientación formativa, asentadas en el
carácter lúdico a partir de estrategias coherentes; en
consecuencia, se necesita metodologías en educación
física, teniendo como soporte indispensable el juego,
el mismo que es el eje en el desarrollo de estas áreas.
Por ello, felizmente, se presentan estrategias
metodológicas lúdico-motrices, la gamificación.
Según Zapatero (2017), a partir del enfoque por
competencias, se han introducido metodologías
activas, también se traslada a la didáctica de
educación física, durante la enseñanza, mediante el
“Espectro de los Estilos de Enseñanza” despertando
motivación óptima en los estudiantes. De acuerdo a
los estudios analizados, aún siguen siendo mayores
el uso de metodologías tradicionales, lo cual se
convierte en una preocupación pese al cambio
sustancial de las metodologías aplicadas desde el
“Espectro de los Estilos de Enseñanza” que dio
evidencias más favorables en el modelo
competencial. La satisfacción a partir de la
aceptación por el área y el deseo de la práctica motriz
de manera regular se fortalece en las metodologías
activas; lo mismo sucede en el desarrollo de
contenidos deportivos y de anatomía muscular.
En tal razón, García & Cotrina (2015)
manifiestan que existe un espacio de reflexión e
implementación concerniente a estas metodologías
que, sin perder la escena contextual y lo complejo
que es la enseñanza, lleve de la comprensión a un
sentido pedagógico transformador. Así, Capella et al.
(2014), explica que el aprendizaje-servicio (APS)
usado como metodología apertura el aprendizaje de
contenidos llevando consigo un servicio a la
comunidad. Suscitando un aprendizaje experiencial
y significativo a la vez, caracterizado como
interacciones personales desarrolladas
competentemente para el pensar cívico, ejecución de
proyectos, la ciudadanía y el cambio social, así como
vocación y profesionalización (Rubio, 2009). Esta
práctica resulta novedosa por su practicidad
metodológica y el enriquecimiento de las
interacciones personales de forma positiva. Además,
es diferente Practicum (un plan de estudios), en tanto
que el APS (metodología E-A).
El estudio de Díaz et al. (2020), donde se hace
referencia al marco de los objetivos de la Agenda
2030 para el Desarrollo Sostenible, del cual el
enfoque por competencias, y cómo se han ido
implementando en los modelos curriculares actuales,
facilitando el desarrollo de estrategias metodológicas
más dinámicas y productivas. También resaltan el
éxito de estas cuando son ajustadas a las necesidades
educativas personales y sociales. De lo contrario, las
posibilidades ofrecidas de las activas metodologías
no se orientarían a una educación física de calidad.
Formular propuestas para lograr que el escaso
conocimiento de estrategias didácticas actualizadas
cause que los estudiantes formulen deficientemente
las situaciones de aprendizaje, lleva a que
necesariamente se haga referencia la gestión
educativa, por ser esta una estrategia bastante
decisiva y muy valiosa en cuanto a la dirección y
planeamiento en las instituciones educativas. Por ello
estas estrategias adquieren significativa importancia
en los últimos años, por tanto, se deben como un
punto clave a las herramientas básicas que permiten
llegar a desarrollar en su máximo esplendor a la
educación peruana y la educación física, enfatizando
a la educación superior (Borrell, 2004).
De esta manera, se debe considerar importante
a la gestión educativa en el nivel superior teniendo
en cuenta el significado de la educación física, el
deporte, y la gestión del conocimiento por el tipo de
efectos que brinda en la calidad de la formación
profesional (Ibarguen, 2020). Por tanto, se debe
considerar que no se puede afirmar cuál o cuantas
instituciones de formación docente brinden