Modelos Educativos para la Enseñanza de Historia en Educación Básica
Educational Models for the Teaching of History in Basic Education
En el transcurso de la enseñanza de la historia se ha podido descubrir que el modelo educativo
que recurre únicamente a la mera transmisión de información, la memorización de datos y
personajes es un fracaso, pues los alumnos no han demostrado que partir de ello posean
habilidades de raciocinio y comprensión que los conduzca a generar conocimiento. El presente
ensayo se enmarca bajo el método deductivo, en el paradigma humanista, bajo un enfoque
cualitativo de tipo descriptivo con un diseño narrativo tópico. El objetivo del estudio es describir
el método de enseñanza tradicional y el método de enseñanza constructivista en la asignatura de
historia estableciendo sus ventajas y desventajas, constatando cómo el método constructivista
mediante la asimilación y la generación de propios juicios en los alumnos genera el aprendizaje
de la historia, favoreciendo al análisis de los hechos permitiendo comprender y comparar los
acontecimientos actuales dando lugar a la crítica.
Palabras clave: Modelo, enseñanza, historia
¹Universidad Autónoma de Querétaro
¹https://orcid.org/0000-0003-3674-3394
¹México
¹izmir.mancillas@hotmail.com
Mancillas-Castillo, I. (2023). Modelos
Educativos para la Enseñanza de Historia en
Educación Básica. Revista Tecnológica-
Educativa Docentes 2.0, 16(2), 126-131.
https://doi.org/10.37843/rted.v16i2.385
I. Mancillas-Castillo, "Modelos Educativos
para la Enseñanza de Historia en Educación
Básica", RTED, vol. 16, n.° 2, pp. 126-131,
nov. 2023.
https://doi.org/10.37843/rted.v16i2.385
Izmir Mancillas-Castillo¹
In teaching history, it has been possible to discover that the educational model that uses only the
mere transmission of information and the memorization of data and characters is a failure since
the students have not shown that, starting from this, they have communication skills. Reasoning
and understanding lead them to generate knowledge. This essay is framed under the deductive
method in the humanist paradigm, with a qualitative descriptive approach and a topical narrative
design. The objective of the study is to describe the traditional teaching method and the
constructivist teaching method in the history subject, establishing their advantages and
disadvantages, verifying how the constructivist method, through the assimilation and generation
of their judgments in the students, generates the learning of the history, favoring the analysis of
the facts allowing to understand and compare current events giving rise to criticism.
Keywords: Model, teaching, history.
20/abril/2023
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Modelos Educativos para la Enseñanza de Historia en
Educación Básica.
Mancillas-Castillo, I. (2023). Modelos Educativos para la Enseñanza de Historia en Educación Básica. Revista Tecnológica-Educativa Docentes 2.0, 16(2), 126-131.
https://doi.org/10.37843/rted.v16i2.385
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Introducción
En el transcurso de la enseñanza de la
historia se ha podido descubrir que el modelo
educativo que recurre únicamente a la mera
transmisión de información, la memorización de
datos y personajes es un fracaso, pues los alumnos
no han demostrado que partir de ello posean
habilidades de raciocinio y comprensión que los
conduzca a generar conocimiento, no obstante
también se ha podido observar en épocas más
recientes, cómo ya hay docentes que han dejado
atrás este estilo de enseñanza obsoleto aplicando
modelos que resultan más atractivos y eficaces
para el aprendizaje del estudiantado sobre la
materia de historia.
El modelo basado en el constructivismo es
un ejemplo de prácticas educativas que son más
estimulantes para propiciar el aprendizaje, por lo
que en este trabajo retomaremos su importancia
en la enseñanza de la historia en educación básica
a diferencia de un modelo tradicional. Para ello,
identificaremos sus características, así como las
ventajas y desventajas que tienen ambos modelos,
y finalmente, cómo se perciben en la enseñanza de
la asignatura de historia.
Hasta hace unos años, la mayoría de las
asignaturas en todos los niveles educativos se
enseñaba de acuerdo con el modelo tradicional y
el alumno aprendía de forma memorística, por
esta razón, se pretende mostrar los efectos sobre
la enseñanza bajo dichos modelos desde los cuales
los docentes han creado y utilizado estrategias que
suelen emerger en respuesta a ciertos objetivos
educativos, como es el caso de la asignatura de
historia, la cual suele ser impartida desde el nivel
básico hasta el medio superior; con el desarrollo
de este trabajo se espera proveer instrumentos que
sirvan a los docentes a ubicar su práctica entre uno
u otro modelo de enseñanza, así como de las
características que los oriente en el empleo y
aplicación de estrategias, métodos y modelos que
permitan que los alumnos realmente adquieran
conocimientos de historia, así como el
reconocimiento de la importancia de ésta en
nuestra sociedad actual.
El presente ensayo se enmarca bajo el
método deductivo, partiendo de que el modelo
tradicional es obsoleto para la enseñanza y por
tanto modelos más recientes facilitan la respuesta
a las formas de aprendizaje que requiere el
alumnado, en este sentido el paradigma humanista
sostendrá esta postura pues se centra en las
necesidades de los individuos, así, recurrirá al
enfoque cualitativo debido a su flexibilidad
entorno a la experiencia humana y, dado a los
propósitos ya mencionados el trabajo será de tipo
descriptivo, el cual se desarrollará con un diseño
narrativo tópico transitando de las dificultades
educativas con la enseñanza tradicional al modelo
constructivista que busca facilitar el aprendizaje
en los educandos.
Desarrollo
A continuación, se desarrollan las
características, ventajas y desventajas del modelo
tradicional y modelo constructivista, resaltando
los principios que los constituyen, así como su
impacto en la enseñanza de la historia, las cuales
obedecen a las necesidades dentro de las aulas
diariamente en todos los niveles educativos,
abordando los procesos de enseñanza-aprendizaje
permitiendo a los docentes ejercer su profesión.
Modelo Tradicional
Este modelo pedagógico se origina en Europa
en el siglo XVII, cobra relevancia durante el
mismo siglo y en el siglo XIX en América Latina
(Vives-Hurtado, 2016, p.44). El propósito que
tiene es formar los obreros y empleados que
demanda el mundo laboral” (Vergara-Ríos &
Cuentas-Urdaneta, 2015, p. 917), así, las
instituciones educativas se ocupaban únicamente
de formar la mano de obra. Por lo que la forma de
enseñanza era basada en la obediencia y
cumplimiento que se reflejaba en “la obediencia a
unos jefes supremos y a unas reglas previamente
establecidas, sin que haya lugar al cambio, aunque
las circunstancias así lo ameriten” (Vergara-Ríos
& Cuentas-Urdaneta, 2015, p.917).
En consecuencia, la escuela cumplía la
función de transmisor de “saberes específicos, las
valoraciones y las normas cultural y socialmente
aceptadas y los contenidos técnicos” (Vergara-
Ríos & Cuentas-Urdaneta, 2015, p.917). Por ende,
en la escuela, el alumno tenía que aprender todos
los contenidos y reglas de comportamiento, ya
que, de esta manera el alumno al egresar podía
incorporarse de forma exitosa al mundo social y
laboral.
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Para lograrlo, el modelo se implementa de dos
formas, la primera es la secuenciación
instruccional y la segunda la secuenciación
cronológica (Vergara-Ríos & Cuentas-Urdaneta,
2015, p.917). La primera forma, hace referencia a
seguir los procedimientos paso a paso como se
indican. La segunda, es de acuerdo con la
presentación de los acontecimientos y a la
evolución del aprendizaje. Un ejemplo de la
segunda forma sería el proceso para aprender el
leer, el cual, consiste primero en aprender a
reconocer y pronunciar el sonido de las vocales y
consonantes, después unir ambos sonidos para
comenzar a leer de forma silábica hasta
pronunciar de forma adecuada las palabras,
posteriormente parafrasear una oración y, por
último, ejecutar una lectura fluida.
Es importante recordar que el modelo
tradicional tenía que preparar al alumno para el
mundo laboral y social, donde tendría que seguir
al pie de la letra cada una de las normas, reglas y
leyes, por lo que, en la escuela se tendría que
aprender a respetar y obedecer en todo momento.
A continuación, se mencionan algunas
características que predominaron en dicho modelo
según Martínez (2013), Vergara-Ríos & Cuentas-
Urdaneta (2015) y Vives-Hurtado (2016):
Conocimiento acumulativo.
Clase rígida.
Repetición.
Memorización.
Contenidos descontextualizados.
Castigos.
Disciplina.
Ética.
No se da lugar a la creatividad.
Se infunde miedo al estudiante.
Estudiante se mantiene pasivo.
Maestro posee únicamente el saber.
Dirigido a resultados.
Evaluación cuantitativa.
Como se puede ver, el docente domina
completamente al alumno y no da lugar a que
participe en el proceso de aprendizaje porque se le
considera como ignorante, pues no tiene noción
de los conocimientos que el docente posee.
Además, se resalta la cantidad de disciplina que
predominaba al emplear el modelo al pie de la
letra, ya que, el docente tenía permitido imponer
castigos físicos o verbales a los estudiantes que
incumplían con las reglas establecidas en la
escuela o en el aula de clases. Por lo que, el
estudiante tenía miedo y baja autoestima que
afectan directamente en su seguridad, aprendizaje
y creatividad (Martínez, 2013).
Por lo antes mencionado, se puede
considerar como una ventaja la disciplina que
existía en el aula, ya que, de esta manera,
aprendían a respetar las normas, reglas y leyes que
sostienen a la sociedad, mismas que al ser
transgredidas ameritan a recibir un castigo. Sin
embargo, la disciplina no debía caer en la
violencia, por tanto, que los maestros utilizaran
este tipo de castigos como una forma de demostrar
su autoridad sobre los educandos, a la vez es una
desventaja. En los últimos años, en la aplicación
del modelo se retiraron los castigos físicos y
verbales pero el docente, continuaba siendo el
poseedor del conocimiento, por lo que, presentaba
los contenidos de forma expositiva y/o discursiva.
Otra ventaja relativa que puede rescatarse
de este modelo es la evaluación, pues a través de
métodos cuantitativos podían medir el progreso o
retroceso que tenían los estudiantes en la
adquisición de conocimientos, lo que determinaba
si el alumno realmente había aprendido. Sin
embargo, hay que tomar en cuenta que dichos
parámetros en conocimientos se daban bajo una
enseñanza de tipo memorística y repetitiva, por lo
que las evaluaciones consistían en presentar en las
evaluaciones los contenidos tal y como se les
habían enseñado.
Particularmente en la enseñanza de historia
bajo el modelo tradicional de acuerdo con
Lombardi (2000) “se enseña el dato por el dato y
gira en torno a un etnocentrismo estrecho […]
tiende a reproducir en todos sus defectos y
excesos […] constituyéndose en un anacronismo
sin excusa en una época y un mundo
contemporáneo” (p.13-14). Aquí se ve reflejada
una secuenciación cronológica, que contemplan
cada uno de los acontecimientos que dan lugar a
los hechos, dónde el profesor solo se hace cargo
de presentar uno a uno los acontecimientos para
que el alumno solo se enfoque en aprender fechas,
por lo que evaluar en base a la retención de datos
no está vinculado a un progreso en el aprendizaje
y comprensión de la historia, sino al ejercicio de
la memoria.
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Por tanto, los principios aquí presentados
sobre el modelo tradicional vinculado a la
enseñanza de la historia son infértiles, pues la
historia va más allá de memorizar datos y figuras
emblemáticas en la sucesión de una historia
arbitrariamente universal, donde el alumno
únicamente es receptor de información,
recayendo toda responsabilidad del proceso
educativo en el docente, sino “estructurar un
conocimiento científicamente válido de la
realidad histórica” (Lombardi, 2000, p.11).
Modelo Constructivista
Si bien, el modelo tradicional puede funcionar
bajo ciertos contextos, circunstancias, y tipos de
conocimientos, en realidad su aplicación en la
enseñanza es muy limitante, sobre todo cuando se
trata de conocimientos de cortes humanistas como
lo es la historia, al respecto Lombardi (2000)
asevera que enseñar historia a niños y jóvenes es
vida, pero igualmente es necesario entender la
historia como una teoría científica de la realidad
total, en donde el ser humano individual y social,
en su devenir, en la referencia obligada, es decir
su historicidad, de allí que la historia o es
humanista reivindicar la vieja definición
ciceroniana: la historia como maestra de la o no
es. Así los conocimientos, como lo son los de la
historia, es una construcción del ser humano,
donde el modelo constructivista parte del hecho
de que cada persona percibe la realidad, la
organiza y le da sentido en forma de constructos,
gracias a la actividad de su sistema nervioso
central, lo que contribuye a la edificación de un
todo coherente que da sentido y unicidad a la
realidad (Ortiz, 2015, p. 96).
Ahora bien, esta construcción no se da por
de manera fortuita, sino que está asociada a la
interacción de entre individuos e individuos con
el entorno, que, en este caso, sería entre docente y
alumno, y alumno con la historia. De acuerdo con
Medina & Bittar (2020) que, recurriendo a
Vergara-Ríos & Cuentas-Urdaneta (2015) el
modelo constructivista se alcanza en “…la
comprensión cognitiva, de modo que se favorezca
altamente el cambio conceptual; […] todo ello se
debe ir dando de manera natural a través del
contacto directo del individuo con su medio social
y la interacción con el mismo” (p. 927).
Así mismo, Ortiz (2015) hace hincapié en que
son las interacciones entre docente y alumno so
vertebrales para construir conocimientos, por lo
que el profesor ahora se ocupa de que el alumno
le sentido a todo lo que aprende. Ello implica,
un diálogo continuo entre el docente y el
estudiante que llevan a conclusiones que forman
parte del aprendizaje, en dicho sentido, se toma en
cuenta las condiciones biológicas, psicológicas,
sociales, económicas, culturales, incluso políticas
e históricas.
El alumno interioriza los contenidos que
aprende en el aula porque los relaciona con la
realidad que percibe. Así pues, el modelo toma en
cuenta el contexto, considera los aprendizajes
previos, privilegia la actividad del alumno,
considera los estilos de aprendizaje, favorece el
diálogo y emplea el método inductivo (Ortiz,
2015). Este modelo mantiene al alumno de forma
activa en el proceso de aprendizaje, se distingue
de forma plena del modelo tradicional, por lo que,
la sabiduría no la posee de forma exclusiva el
docente. En consecuencia, la responsabilidad del
aprendizaje corresponde tanto al maestro como al
alumno. Algunas de las características que
establecen Barberá (2000), Junco (2002),
Vergara-Ríos & Cuentas-Urdaneta (2015); Ortiz
(2015); Vives-Hurtado (2016) son:
Acceso progresivo al conocimiento.
Ambientes estimulantes.
Actividad crítica.
Reflexión de la práctica.
Aprender es arriesgarse.
Lenguaje sencillo.
Aprendizaje por descubrimiento.
Trabajo en grupos pequeños.
Trabajo individual.
Diálogo entre maestro y estudiante.
Por eso es necesario que se despliegue un
“intercambio dialéctico” (Ortiz, 2015, p.94), lo
que refiere a que el maestro debe propiciar
diferentes ambientes que den lugar al aprendizaje,
planteando estrategias dónde el alumno
experimente y llegue a conclusiones propias, por
su parte, el alumno deberá mantenerse activo y
participativo en todo momento, dando lugar a la
reflexión y crítica de cada una de las actividades.
Una ventaja que tiene este modelo es que el
alumno se encuentra involucrado en su
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aprendizaje de forma activa, por lo que participa
todo el tiempo en prácticas reflexivas y críticas de
su conocimiento que adquiere a través de las
actividades que el docente le pide efectuar de
forma individual o en equipo, y aunque pueda
cometer errores también aprende de ellos puesto
que puede plantear alguna solución para no
efectuarlo de la misma manera. Por otro lado, una
desventaja que pudiera existir es que se reduce la
disciplina, puesto que el maestro y el alumno
mantienen una relación de comunicación abierta
en todo momento, por lo que es crucial el manejo
de los límites de la relación personal entre docente
y alumno.
Regresando a la enseñanza de la historia
Lombardi (2000) menciona los aportes que
pueden surgir de este modelo, como el “ir de lo
simple a lo complejo, ampliándose lineal y
concéntricamente las explicaciones [lo que da
lugar a un] método regresivo o retrospectivo,
partiendo siempre de la propia
contemporaneidad” (p.16). De esta forma, se
puede llevar al alumno a formular un análisis de
los hechos considerando los acontecimientos
actuales para comprender los acontecimientos del
pasado, por lo que se da lugar a la crítica y
cuestionar cada una de las decisiones tomadas y
así, el estudiante podrá comprender mejor la
información presentada y no la considerará de
forma aislada a su realidad.
Conclusión
Los modelos pedagógicos se han ido
transformando a lo largo del tiempo, su evolución
ha permitido que los estudiantes adquieran
agencia en su propio proceso de aprendizaje, pues
poco a poco se ha derribado la idea de que el
docente es el único con la capacidad de enseñar.
Más bien, se considera que tanto el maestro como
el alumno son poseedores del conocimiento, y es
importante considerar que al enseñar historia no
se debe caer en el modelo tradicional desde el cual
solo los docentes se ocupan de presentar los
hechos históricos, y los alumnos solo debe repetir
una y otra vez los sucesos sin ver más allá de su
trascendencia e impacto en el tiempo y en nuestra
sociedad.
En el modelo constructivista tiene mayores
ventajas, entre lo cual está que el aprendizaje será
más significativo para el alumno, lo que
conllevaría a una experiencia de disfrute y
asombro, impulsándolo al interés por adquirir
nuevos conocimientos con discernimiento, una
aptitud clave en el aprendizaje de la historia, la
cual requiere su rigurosidad científica, así como la
capacidad de crítica y reflexión, Torres (2003)
establece que se enseña Historia para abrir la
mente del alumno, para la reflexión, el
pensamiento crítico y para que este mismo
educando forje un espíritu de indagación, una
actitud activa sobre el pasado y que utilice dicho
pasado para insertarse en el presente, comprenda
su contexto y se incorpore a vivir en él para
hacerlo progresar.
Así pues, al enseñar historia se tiene que
estar consciente que los alumnos son seres con
conocimientos previos, lo cuales, han construido
a través de su percepción en relación con los
distintos canales por los que les han llegado
información, por ello es importante que cada
docente forma a ese bagaje hacía la dirección
que le compete a su materia sin que signifique
limitar el interés de aprendizaje a su asignatura, al
contrario que cada profesor utilice como pretexto
su área de conocimiento para avivar en los
alumnos sus capacidades y deseos de aprendizaje
en todo tipo de conocimientos.
Referencias
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https://www.academia.edu/28462236/El_constructivis
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http://hdl.handle.net/11162/87858
Medina, P., & Bittar, O. (2020). Enfoque Pedagógico en los
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Negotium: revista de ciencias gerenciales. 16(47), 35-
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Martínez, A. (2013). Emergencias de cambio: Entre el modelo
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significativos. Revista Praxis. 9. 73-82.
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Ortiz, D. (2015). El constructivismo como teoría y método de
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Mancillas-Castillo, I. (2023). Modelos Educativos para la Enseñanza de Historia en Educación Básica. Revista Tecnológica-Educativa Docentes 2.0, 16(2), 126-131.
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Vergara-Ríos, G., & Cuentas-Urdaneta, H. (2015). Actual vigencia
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Revista Opción. 31(6). 914-934. https://n9.cl/afa4
Vives-Hurtado, M. P. (2016). Modelos Pedagógicos y Reflexiones
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https://n9.cl/p