en el panorama educativo. Asimismo, aquello también
contribuye al desarrollo de habilidades digitales
esenciales que los estudiantes necesitarán para
enfrentar los desafíos de su futura vida profesional.
Esto es, garantizar la inclusión digital en la educación
no solo democratiza el acceso cognitivo de lo digital;
sino que también, prepara a los estudiantes para los
retos de un mundo cada vez más digitalizado.
La transformación digital en la educación ha
dejado de ser una visión futurista, para convertirse en
una realidad ejecutable, presente en las instituciones
educativas. Abarca desde el aprendizaje mediante
entornos virtuales y sistemas de gestión del
aprendizaje, hasta áreas de colaboración en la nube y
sistemas informáticos para la administración escolar.
Como lo indica el Ministerio de Educación de Ecuador
(2022) en el Proyecto de Reducción de la Brecha
Digital en el Sistema Nacional de Educación, el brote
de COVID-19 intensificó la expansión de la educación
digital, ya que el Sistema Educativo Nacional se vio
forzado a implementar la educación a distancia a
través de plataformas digitales en todos los niveles y
modalidades, con el fin de garantizar la continuidad
del aprendizaje.
Pese a los desafíos, como la brecha digital, la
escasa alfabetización tecnológica de docentes y
alumnos, el Ministerio de Educación de Ecuador
(2023) llevó a cabo capacitaciones a gran escala, para
guiar a los educadores en la aplicación de nuevas
metodologías de enseñanza apoyadas en la tecnología.
Estas incluyen proyectos interdisciplinarios, aulas
invertidas, destacando el aprendizaje colaborativo. En
la era postpandemia, resulta fundamental capitalizar
las mejores prácticas surgidas durante la crisis, extraer
lecciones de las dificultades enfrentadas, para de esta
manera permitir la incorporación de tecnologías que
fortalezcan la capacidad de adaptación del sistema
educativo frente a futuros desafíos.
En el esfuerzo por mejorar la calidad educativa,
ampliar la cobertura, asegurar los derechos mediante
la innovación tecno-pedagógica, el equipamiento
tecnológico, así como también la conectividad, la
formación y capacitación docente, el Ministerio de
Educación desarrolló la Agenda Digital Educativa en
su primera edición 2017-2020, la segunda 2021-2025.
Este instrumento se enfocó en la integración de
tecnologías digitales en los procesos educativos, lo
que conllevó la implementación de numerosos
proyectos, estrategias y acciones.
En Ecuador, la inclusión digital en la educación
superior ha sido impulsada por diversas iniciativas
gubernamentales, como el Plan Nacional de
Desarrollo de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (Plan ICT Ecuador, 2016-2021) y el
Proyecto de Inclusión Digital para la Educación
Superior (PIDES, 2017-2022). Estas iniciativas han
permitido la creación de infraestructuras tecnológicas,
la capacitación docente en el uso de las TIC y el
desarrollo de programas de acceso a dispositivos y
conectividad para estudiantes de escasos recursos.
Existen retos que deben garantizar la igualdad
de oportunidades digitales y conectividad. Uno de los
principales obstáculos es la disparidad en el acceso a
las tecnologías entre las zonas urbanas y rurales del
país. Dentro de ello se destaca que, no todos los
estudiantes tienen dispositivos adecuados ni
conectividad de calidad, lo que limita su capacidad
para participar en las actividades educativas en línea.
Otro desafío es la necesidad de mejorar las habilidades
digitales tanto de los docentes como de los alumnos,
que puedan aprovechar al máximo las herramientas
tecnológicas disponibles para el aprendizaje.
Pese a estas dificultades, la incorporación de las
tecnologías digitales en la etapa educativa ha tenido un
impacto positivo en la calidad del aprendizaje. Los
estudiantes que tienen acceso a las tecnologías y
poseen las competencias necesarias para utilizarlas de
manera efectiva se benefician con mayores
posibilidades de éxito en sus estudios, en su futuro
profesional y personal. La inclusión digital abre la
puerta a nuevos enfoques educativos adaptables,
inclusivos y alineados con las demandas del siglo
XXI, que brindan una experiencia de aprendizaje
enriquecedora y relevante para los estudiantes.
Como se ha mencionado, dentro de Ecuador,
existen políticas ejecutables para la inclusión digital y
para tratar de reducir esa brecha; Con vigencia al 2025,
se tiene este proyecto elaborado por el gobierno
ecuatoriano, el cual reconoce la importancia y busca
promover esta armonía digital. Como señala el
Ministerio de Telecomunicaciones y de la Sociedad de
la Información (MINTEL, 2019), la política pública de
la educación a través de lo digital constituye un pilar
fundamental, cuyo objetivo es asegurar que todos los
ciudadanos, particularmente aquellos en condiciones
de vulnerabilidad, tengan acceso y puedan utilizar las
Tecnologías de la Información y Comunicación.
En lo que respecta a la educación, se han puesto
en marcha diversas iniciativas orientadas a
proporcionar la infraestructura tecnológica necesaria y
a fomentar la formación del cuerpo docente en el
manejo de las TIC. Estas acciones demuestran el