
 
Guillen, G. (2020). La pedagogía de la imagen como forma de promover el aprendizaje significativo dentro del aula. Revista Tecnológica-
Educativa Docentes 2.0, 9(1), 96-108. https://doi.org/10.37843/rted.v9i1.90 
 
 
La Pedagogía  de la Imagen Como Forma 
de  Promover  el  Aprendizaje  Significativo 
Dentro del Aula 
docente  se  apropie  del  uso  pedagógico  de  la 
imagen,  propiciando  estrategias  variadas  que 
motiven  al estudiante  a  tener  mayor  participación 
en el proceso formativo y se acuda lo menos posible 
al discurso oral del docente. Lo cual se traduce, en 
la  obligatoriedad  por  parte  de  las  instituciones 
educativas,  de  establecer  nuevas  alternativas 
didácticas  ajustadas  a  estas  realidades,  no  sólo de 
tipo tecnológico sino también a las nuevas formas 
de  aprender;  debido  a  ello,  si  la  forma  como 
aprenden los estudiantes ha cambiado, las formas de 
enseñar también se deberán transformar. 
 
Pedagogía de la Imagen (PI) 
 
Se  hace  prioritario  educar  para  leer  en  un 
mundo lleno de imágenes, donde las formas están 
sobre  el  contenido.  Por  lo  que,  se  hace  necesario 
modificar  los  estilos  de  aprendizaje  de  cara  a  las 
nuevas  propuestas  que  presentan  los  medios  de 
comunicación.  Difundir  una  pedagogía  para 
entender los mensajes visuales e ir explicando paso 
a paso la imagen como su composición, sus iconos 
asociativos, los escenarios, la simbología, el color, 
sus líneas, entre otros. En este sentido Aparici, et al. 
(1987),  mencionado  por  Hernández  et  al  (2002), 
indica que “esto debe servir para que el espectador 
pase a ser una persona alfabetizada en la imagen y, 
por  tanto, crítica  frente  a los  medios y frente a  su 
propia  realidad”  (p.92);  un  receptor  participativo, 
capaz  de  dar  respuesta  a  los  mensajes  que  recibe 
masivamente;  un  creador-emisor  de  sus  propios 
mensajes  audiovisuales,  lo  que  le  va  a  permitir 
comunicarse mejor con otras personas conociendo 
con  mayor  profundidad  su  propio  entorno 
(Augustowsky, 2011). 
Por  esta  razón  surge  la  Pedagogía  de  la 
Imagen, la cual consiste en ir entrenando a la gente 
a  que  aprendan  a  observar  detalles  que  tienen 
significado,  que  se  pregunten,  cuestionen  y 
reflexionen  acerca  de  lo  que  están  viendo,  con  la 
finalidad de que a partir de estos aspectos aprendan 
a producir su propio conocimiento. Esto conduce a 
ser ciudadanos con altas dosis de conocimiento de 
los lenguajes visuales; permitiendo esta pedagogía, 
fortalecer  una  competencia  comunicativa  plena, 
bajo esquemas psicolingüísticos con la intención de 
interpretar,  transformar  y  elaborar  la  información 
necesaria a través de un proceso de  
desambiguación;  cumpliendo  acciones 
comunicativas  genuinas  (creación)  de  efectividad 
(Pericot,  2002).  De  ahí  que  la  Pedagogía  de  la 
Imagen, debe conducir a un análisis de los elementos 
necesarios, con el fin de incidir en la transformación 
de  los  modos  de  ver,  percibir  y  sentir  el  mundo, 
permitiendo  comprender  al  educando  su  relación 
con la realidad vital. Por ello esta nueva pedagogía, 
busca educar la  perspectiva  requerida  para realizar 
una  lectura  semiótica  que  determine  las 
denotaciones y connotaciones de los diferentes tipos 
de  signos  liberando  los  trasfondos  que  hoy 
narcotizan y velan la mirada. 
De hecho, los docentes deben aprovechar sus 
espacios  educativos  para  trabajar  diferentes 
estrategias  de  lectura,  en  lo  relacionado  con  la 
interpretación  y  creación  de  imágenes,  en  otras 
palabras lo que se pretende es animar a los jóvenes a 
convertirse en lectores críticos, que reflexionen en la 
forma en cómo son constituidos los textos, sobre la 
naturaleza del lenguaje visual, así como sus propias 
estrategias  de  comprensión  e  interpretación  de 
imágenes;  con  el  fin  de  hacer,  reconstrucciones 
interpretativas  que  agudicen  el  sentido  de  la 
observación,  fortaleciendo  los  conocimientos  para 
permitir captar mejor la información (Díaz, 2009). 
Sin  embargo,  Dussel  et  al.  (2010),  destacan 
que se debe entender que no es tanto la imagen en sí 
lo  que  causa  cierto  efecto,  sino  la  imagen  en  el 
contexto  de  culturas  visuales,  de  tecnologías,  de 
formas  de  relación;  por  eso “la  educación  y  sobre 
todo en la formación docente, de lo que se trata es de 
trabajar sobre regímenes visuales, que definen lo que 
es  visible  y  lo  invisible,  así  mismo  los  modos  y 
posiciones  del  mirar  y  del  ser visto”  (p.9).  Es  por 
ello,  que  al  utilizar  la  PI  se  debe  empezar  por 
entender que las imágenes no son meras cuestiones 
icónicas,  o  suponer  que  alcanza  con  concebir  la 
semiología de una imagen suelta, sino que hace falta 
entender  cómo  funcionan  en  un  cierto  discurso 
visual,  en  una  forma  particular  de  conmovernos 
(Dussel  et.al.,  2010).  En  esa  dirección,  sería 
importante que en la formación docente se empezara 
a  trabajar  más  sobre  las  formas  de  visualidad 
instaladas, con el propósito de que la pedagogía de 
la  imagen  dejara  de  pensarse  solamente  como  un 
recurso didáctico, una necesidad de actualizarse, o  
una imposición de las modas de turno, asumiéndose